domingo, 6 de abril de 2008

6 de abril de 2008

PÁGINA/12
DESPUES DE LA CONFRONTACION
Sin gases ni palos
Durante la sublevación patronal las fuerzas de seguridad no dispararon una bala de plomo ni de goma, no arrojaron una ampolla de gas lacrimógeno, ni dieron un palazo. Apenas forcejearon con sus escudos para despejar algunos puntos estratégicos. El gobierno sólo apeló para manejar la crisis a medios políticos. Esto no había ocurrido nunca antes en la Argentina y no valorarlo es una forma de tomar partido.


Por Horacio Verbitsky

Vi los piquetes empresarios y el acto de la Plaza de Mayo por televisión desde Estados Unidos, donde participé en un seminario sobre los juicios por violaciones a los derechos humanos, en la Facultad de Derecho de la Universidad de Yale. Esta aclaración previene al lector sobre la falta de elementos de contexto que ninguna selección editorial de un canal de noticias puede proveer, sobre todo una tan sesgada como la que ha seguido al bloqueo patronal de las ciudades, desde la noche en que una movilera informó que espontánea gente bien vestida, hombres con traje y corbata y mujeres elegantes que no querían confrontar con nadie, había sido corrida de la plaza por una patota.


En vivo y editado

Al poner el cuerpo en la primera línea de cualquier conflicto los camarógrafos y movileros cumplen una función de gran valor social. Pero la misma importancia de su tarea requeriría criterios más estrictos de selección y formación, mejores sueldos y formas de control editorial posterior, correctivas de las gaffes inevitables como la mencionada. Ellos cuentan como pueden lo que tienen a la vista, pero la redacción central debe organizar luego esa información y darle sentido, exponiendo los antecedentes de aquello en disputa y las distintas posiciones involucradas. Nada de ello ocurre hoy en la Argentina. Por el contrario, la línea editorial transmitida por los comunicadores con mayor experiencia sigue a la joven movilera que creyó asistir a la irrupción de los bárbaros en la polis de los ciudadanos. Tampoco es indiferente dónde se planta una cámara y a quién se le abre el micrófono, porque así se determina la selección de las imágenes y las palabras que llegarán al espectador.

Una de las grandes posibilidades de la transmisión en vivo es el registro completo de una situación, aunque en las repeticiones posteriores se practique una selección que puede recortar su sentido. Se transmitió una y otra vez la desagradable imagen en que el líder de un movimiento social kirchnerista asesta un directo a un piquetero de Gualeguaychú que trastabilla, pero sólo quienes estaban despiertos y mirando en el momento en que ocurría saben que ese hombre lo provocó a lo largo de cien metros con insultos muy agresivos, porque era consciente, como explicó luego, de que la escena se estaba viendo en todo el país y pensó que las cámaras lo protegían. ¿Qué podría esperar un solitario borracho del tablón que a la entrada del Monumental o de la Bombonera se acercara a la hinchada de Boca gritando bosteros putos?

Menos disculpa tiene aún la prensa escrita. El académico Ariel Armony vive desde hace muchos años en Estados Unidos, donde ha realizado una valiosa producción intelectual. Su interesante columna “Lo que nos enseñó D’Elía”, publicada ayer en La Nación vincula el racismo y la injusticia social en la Argentina. Pero da por buena una frase endosada al dirigente kirchnerista, acerca de su voluntad de matar a todos los blancos de Barrio Norte. Hace ya diez días D’Elía distribuyó la grabación del reportaje, en el que se lo oye decir todo lo contrario de lo que le atribuyó la agencia DYN: “la oligarquía no tendría problema en matarnos, como hicieron tantas veces”. Debido a la distancia, es razonable que Armony lo ignore, pero esta disculpa no se aplica a su editor en La Nación, que el 28 de marzo publicó la desmentida.

También tuvo amplio eco la patada que un desconocido le tiró al editor Jorge Fontevecchia y su discusión posterior con la diputada Victoria Donda. No gozó de la misma cobertura la agresión de un grupo de productores de San Genaro al joven José Luis Cesana, a quien le abollaron a sillazos y patadas el auto en el que viajaba con su mujer y sus hijitas de uno y dos años, o al cineasta Santiago Giralt, a quien según Cesana, le destrozaron parte de su equipo en Venado Tuerto. La cobertura informativa tampoco le prestó mucha atención a la tragedia de la joven brasileña aplastada por un ómnibus cuando volvía al camión parado de su compañero y la columna detenida se puso en marcha.


El hecho extraordinario

Terminada esta primera fase de la confrontación, que las cámaras patronales amenazan con reanudar dentro de un mes, el análisis mediático ha omitido el hecho más extraordinario de estas tres semanas: las fuerzas de seguridad tuvieron conducción política e instrucciones estrictas y no dispararon una bala de plomo ni de goma, no arrojaron una ampolla de gas lacrimógeno, ni dieron un palazo. Apenas forcejearon con sus escudos para despejar algunos puntos estratégicos, como la entrada del túnel subfluvial. Esto no había ocurrido nunca antes en la Argentina ante semejante desafío y ratifica la línea que Kirchner fijó en el segundo año de su mandato, que lo obligó a despedir al ministro de Justicia, al secretario de Seguridad y al jefe de la Policía Federal que se resistían a esa innovación, porque entendían demasiado bien su carácter transformador y las posibilidades que abría para la expresión libre de la sociedad. “Traigan los rifles”, gritaba el energúmeno de Gualeguaychú, dispuesto a todo para llevarse por delante al ambiguo Eduardo Buzzi, amplificando sus mismas herramientas, del discurso radical y la práctica reaccionaria. Alfredo De Angeli ya había advertido que si “mandan a los gendarmes manden también las ambulancias”. Todo lo contrario. El gobierno decidió enfrentar la peor crisis en años sólo con medios políticos. El diario La Nación sintió que no podía ignorarlo, pero con la generosidad que caracteriza a los intereses que representa lo atribuyó a falta de efectivos para reprimir, lo cual es menos que una verdad a medias: carecía de fuerza para controlar sin reprimir cada piquete, que es algo muy distinto. Por eso eligió concentrarse en ciertos puntos de importancia superior. Si hubiera optado por el camino que prefirieron todos los gobiernos anteriores en la historia argentina, le habría sobrado la fuerza para desalojar cada ruta e impedir que volviera a cortarse. Hubiera podido hacerlo incluso con orden judicial, porque la tentativa de cercar a las ciudades con la amenaza del hambre es un delito grave. No lo hizo, porque privilegió la solución negociada, desde una posición de legitimidad institucional y de fuerza política. Los mismos que no le reconocen hoy esa actitud y prefieren considerarla debilidad, se la reprochan por pasiva cuando la aplica a los piquetes de los desheredados de tierra y trabajo, cuando cortan por unas horas una calle o un puente, sin propósito de desabastecer a nadie, sólo de mostrar que aún sobreviven.


Los medios y el gobierno

El gobierno nacional no ha hecho gran cosa para conseguir el equilibrio informativo que faltó en un conflicto tan intenso. Por el contrario, con un simple decreto prorrogó por diez años todas las licencias de radio y televisión, lo cual congela un espectro conformado durante la dictadura, el alfonsinismo y la abominada década del ‘90, obstruye la competencia económica y de ideas y así empobrece el debate democrático. La corrección posterior, que permitió la existencia de emisoras representativas de organizaciones sociales y cooperativas y no sólo de intereses económicos, reparó una de las arbitrariedades heredadas, pero se trata de ondas locales que no compensan la concentración de los medios de alcance nacional. En la última semana de su presidencia, Néstor Kirchner no tuvo mejor idea que autorizar la fusión de las dos principales cadenas de televisión por cable, a las que además preserva de la competencia que reclaman las compañías telefónicas, inhibidas de transmitir televisión por Internet.

Durante las tres semanas del conflicto tanto los medios audiovisuales del grupo Clarín como los de Telefónica compitieron en la presentación distorsionada de los hechos, naturalizando el alzamiento de un sector contra la legalidad democrática, como si se tratara de un debate entre dos partes equivalentes. En muchos momentos exhibieron incluso su simpatía por los patrones. Precisar esa diferencia fue el eje del discurso presidencial, en el que, a pesar de la multitud exaltada, CFK habló de conciliación, tolerancia y acuerdo, sin resignar su convicción acerca de la legitimidad, la justicia y el carácter progresivo de las decisiones adoptadas frente a un interés sectorial indiferente al destino colectivo. Su mensaje, sin marcha partidaria, sin la retórica amenazante que usaba Perón cuando hablaba de incendios o de alambre de enfardar, ratifica que el gorilismo y su discurso de odio y desprecio está mucho más vivo que el peronismo, que fue apenas una parte de la plaza.


Sin resortes

La tentativa de comparar al gobierno argentino con el venezolano se extingue por falta absoluta de hechos que la avalen. Los gobernantes argentinos no hablan en cadena; sus mensajes son breves, a veces demasiado, lo cual dificulta llegar al fondo de cada cuestión; no han revocado ninguna licencia sino que las han prorrogado; no han sancionado ninguna ley que restrinja la libertad de información como la bolivariana de Responsabilidad Social en Radio y Televisión (Resorte); no han copado la Corte Suprema de Justicia con adictos sino por el contrario, han designado jueces limpios que ya han puesto límites a la discrecionalidad oficial en la distribución de avisos del Estado, tal como lo reconoció la SIP en su Congreso realizado en Caracas; no han modificado las leyes para endurecer penas por delitos de opinión ni han querellado a un solo periodista en cinco años, a diferencia de lo que era norma en el país. Su mayor pecado en este campo es excluir de la pauta publicitaria estatal a las publicaciones de la editorial Perfil, un despropósito que esos mismos jueces sin duda corregirán.


Equivocar el enemigo

Pero Cristina incluyó en su discurso una frase imperdonable, sobre el carácter mafioso que atribuyó a una caricatura de Hermenegildo Sábat, donde aparece con una venda en la boca. Dijo que era la ofensiva de los generales multimediáticos, que hoy acompañaban a la Sociedad Rural en lugar de los tanques de 1976. Eso sí que es equivocar el enemigo. La actitud de Kirchner y de Cristina de discutir con los medios y sus periodistas estrella es intrépida y constructiva, porque nadie puede sustraerse al escrutinio de sus opiniones y de sus actos, de su pasado y de los intereses que defiende. Pero rozar con la sombra de una sospecha al gran maestro del periodismo, que desde hace cuarenta años regala excelencia y ética, a una persona exquisita como Menchi Sábat, que cuestionó las peores atrocidades cuando nadie se animaba, es una tontería indigna de quien la cometió. Sábat no es Clarín, como antes no fue La Opinión, ni Primera Plana, ni Atlántida. Es un artista maravilloso y el mejor analista político del país. Su obra admirable requiere de un esfuerzo de interpretación. CFK entendió que era un mensaje para que no dijera algo. Pero, ¿por qué dar por sentado que el autor del mensaje es Menchi y no que, gracias a su impresionante sensibilidad para detectar corrientes profundas de la sociedad, interpretó con ese dibujo la intolerancia de las patronales rebeldes, que intenta silenciar a quien apenas lleva cien días de gobierno? La obra de un gran artista no es obvia ni unívoca. En cualquier caso, Sábat tiene derecho a opinar lo que quiera sin que nadie ponga en duda que lo hace de buena fe, como cada acto de su vida, de trabajador austero y obsesivo. Por eso, éste sí es un mensaje mafioso. Los admiradores incondicionales del Maestro decimos: “No se metan con el Menchi”.


Crítica
El país / Edición Impresa
Contactos entre la única gobernadora del ari y la casa rosada
Ríos dice que tiene una “buena” relación con el Gobierno


La gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos, la única mandataria provincial del ARI, el partido fundado por Elisa Carrió, consideró que mantiene una relación “buena y respetuosa” con el Gobierno de Cristina Kirchner.

Ríos hizo esas declaraciones luego de firmar un convenio “de cooperación informativa” con la agencia oficial Télam. Ríos es la única dirigente del espacio que lidera Carrió que mantiene el diálogo abierto con el gobierno nacional.

Ayer viajó a Buenos Aires y tuvo una reunión con el director de la agencia Télam, Martín Granovsky, un hombre al que Carrió acusó durante la campaña de 2005 de ser parte de la operación contra el candidato Enrique Olivera. Entonces, Olivera fue denunciado ante la Oficina Anticorrupción por tener cuentas no declaradas en la exterior. La investigación demostró que se trataba de una mentira, pero Olivera ya había perdido las elecciones como candidato a legislador porteño.

Dirigentes cercanos a Carrió reconocieron que no sabían que Ríos estaba ayer en Buenos Aires firmando convenios con el ejecutivo nacional.

Después de la firma del convenio, Télam publicó una larga entrevista en la que la gobernadora se explayó sobre la situación política en Tierra del Fuego. “Todo está por construirse”, dijo Ríos en diálogo con la agencia. “Lo que viene para adelante tiene que ver con comenzar un diálogo con respeto”, agregó.

Ríos admitió que entre los objetivos de la gestión en su provincia “lo urgente es la estabilización de las cuentas públicas” porque “nos va a dar oxígeno y tranquilidad”.

La gobernadora sostuvo que “existe en lo profundo otro objetivo que es el de trabajar con consenso y diálogo en la reforma del Estado”.

Entre sus prioridades está la distribución del presupuesto “para la prestación de servicios esenciales que hoy no están garantizados porque hace tiempo que no se discute y hace tiempo que el presupuesto es más una ficción que una realidad”, dijo.

La gobernadora fueguina del ARI aseguró que “la forma más democrática en que se expresa un Estado es a través de su presupuesto, dedicado a resolver los problemas vinculados con cuestiones de derechos”.

Ríos no les teme a los acercamientos extrapartidarios. Un mes atrás firmó otro convenio con el gobierno de Mauricio Macri.


Página 12 - Nota - El País - Pag. 12
EL ARI DISIDENTE SE SEPARA EN FORMA DEFINITIVA DE LA COALICION CIVICA
Nuevo espacio para los autónomos
El próximo sábado se reunirán para lanzar un espacio de centroizquierda no kirchnerista. Aliados y críticas a sus ex socios.


Los dirigentes del ARI disidente romperán en forma definitiva con el sector que permanece en la Coalición Cívica y lanzarán el próximo sábado un nuevo espacio, que intentará aglutinar a todo el centroizquierda no kirchnerista. La decisión la tomarán en asamblea en un encuentro nacional de militantes del ARI Autónomo y de sectores afines, que se volverán a reunir en el Hotel Bauen. La forma de definir la construcción de esta fuerza política apunta a “romper con el verticalismo que caracterizaba al ARI con Carrió”. El nuevo espacio político, que aún no tiene nombre, arrastrará consigo a una parte significativa de los ARI provinciales –sobre todo, Mendoza, Santa Fe y Tierra del Fuego– y avanzará hacia una alianza con los espacios de Claudio Lozano y Martín Sabbatella.

Hartos de discusiones plagadas de citas bíblicas y vaticinios catastróficos, los disidentes rompieron lanzas con Elisa Carrió a fines del año pasado y formaron el bloque de Diputados del ARI Autónomo (ver aparte). Fue el primer paso para construir este nuevo espacio de centroizquierda, en el que buscan conjurar todo lo que repudiaban de su ex líder: tendrá una conducción colegiada y resolverá colectivamente las principales definiciones, entre ellas, el nombre que tendrá el espacio. “Va a expresar la idea de converger con otros espacios en un país más justo, con hincapié en la forma de hacerlo”, era lo que podían decir sobre cómo se llamará. Pero de algo están seguros: “No vamos a volver a ser un partido donde todos siguen a un líder sin cuestionarle nada”.

Después de la ruptura con Carrió, los dirigentes se dedicaron a sumar a sectores internos del ARI y a tejer acuerdos con otras fuerzas del centroizquierda. En Diputados, el bloque de nueve legisladores pronto se ampliará para sumar a la periodista cordobesa Norma Morandini, al entrerriano Emilio Martínez Garbino y al diputado de la CTA, Claudio Lozano, cuyo espacio ya tiene una alianza en la Legislatura porteña: allí conviven en el mismo bloque (llamado Igualdad Autónoma) la arista Liliana Parada y Martín Hourest, del Movimiento por Buenos Aires.

A nivel partidario, los dirigentes ven que pueden confluir en el mismo espacio, además del tándem Lozano-Hourest, el intendente de Morón Martín Sabbatella, el cineasta Pino Solanas, la corriente del socialismo del gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, diversas organizaciones sociales, sectores de la CTA y el líder del Partido Nuevo, Luis Juez, aunque el ex intendente de Córdoba ya inició un acercamiento a la Coalición Cívica, al sumarse al Foro de Reforma Política que encabeza Gerardo Conte Grand.

Para llegar a formar esta nueva fuerza, primero deben atender una serie de problemas internos, que repasarán en el encuentro nacional del sábado próximo. El principal es la situación heterogénea en la que se encuentran en las distintas provincias: en algunos casos, el ARI disidente está al frente de la conducción del partido provincial (por ejemplo, en Santa Fe, donde mantienen la alianza con Binner) y en otros son un sector disidente expulsado de la conducción, como en Río Negro. En Tierra del Fuego, el ARI ganó la gobernación sin integrar la CC y sus diputados y senadores nacionales se mantuvieron siempre del lado de los disidentes. La gobernadora Fabiana Ríos, en cambio, sigue expresando públicamente su apoyo al liderazgo de Carrió. Los disidentes harán todo lo posible por no meterla en ninguna discusión partidaria mientras gobierna.

Dada la situación disímil provincia por provincia, no es seguro que los que formen el nuevo espacio se desafilien en masa del ARI, sino que en algunos distritos podría ser la CC la que tenga que rearmar su base local. Así ocurre en Mendoza, donde la relación con Lilita implotó cuando la dirigente decidió apoyar a los conservadores del Partido Demócrata de Mendoza y trató de evitar que su partido pudiera llevarla en la boleta. Desde entonces, se cuentan entre el sector disidente los mendocinos Alejandra Naham y Néstor Piedrafita, que asistirán al encuentro junto a sectores del ARI de Córdoba, Misiones, Chubut, entre otras provincias.


Página 12 - Nota - El País - Pag. 10
PATRICIO ECHEGARAY EXPLICA POR QUE FUE A LA PLAZA
El campo y la Plaza


Por Adriana Meyer
El martes Patricio Echegaray marchó a Plaza de Mayo para apoyar la política de retenciones. El secretario general del Partido Comunista se ubicó entre Luis D’Elía y Edgardo Depetri, y aportó su columna partidaria, con bandera roja y militantes. Explicó a Página/12 por qué decidieron ir al acto convocado por el Gobierno, con su estilo pausado, midiendo cada palabra, en la casona del Comité Central en avenida Entre Ríos.

–Aunque lo recibieron bien, los ultrakirchneristas se sorprendieron. No fueron los únicos.

–Fuimos con una consigna clara, contra la derecha y por la redistribución de la riqueza, y nos encolumnamos con quienes venimos trabajando en esa dirección. Obviamente el acto después puede ser considerado “en contra de” o “en apoyo”. Quizá hay una idea del PC gorila, que la trabajó históricamente la derecha. Pero el PC siempre se movilizó en contra del golpe contra Juan Perón o Isabel Martínez. Este gobierno no es más de lo mismo, pero es de una distribución acotada de la riqueza y no quebró el espinazo del modelo neoliberal. En lo internacional sí se quebró la política de relaciones carnales. Es positivo el acompañamiento de los procesos positivos de América latina, y apuntamos a que la política interna se ponga en correlación con eso. En Argentina se va conformando una fuerza de derecha, la derecha de las cacerolas, una derecha política, articulada y organizada. Así fue en las elecciones, quieren volver a las políticas neoliberales y abolir las retenciones.

–¿El avance de la derecha justifica el apoyo al Gobierno?

–En nuestra definición política e ideológica tenemos la propuesta del socialismo y del comunismo. La derecha está tomando densidad ideológica, con el Departamento de Estado, la Internacional Liberal con el peso de los alemanes, y la Internacional Demócrata Cristiana, y acá la Fundación Libertad creada por el profesor Martínez de Hoz, con la idea de que Argentina es el país de mayor think tank de derecha en América latina.. Ahora al calor del conflicto agrario, con la hegemonía de la Sociedad Rural que tomó las ansiedades de los campesinos pequeños y medios, se han lanzado a dotarse de una base social. Es muy delicado y hay sectores de izquierda que se han confundido mucho apoyando el paro. Vilma Ripoll estuvo en Gualeguaychú con Luciano Miguens en el palco y otros fueron con las cacerolas a la Plaza.

–Otros partidos de izquierda dijeron “no al paro y no al Gobierno”.

–Sí, tendencias a la neutralidad. Nosotros como Partido Comunista proponemos un debate alternativo con el Gobierno. Criticamos los techos salariales y que no haya un aumento de jubilaciones pero valoramos algunas políticas de gasto público, cuestionamos la política petrolera y minera pero decimos que las retenciones son correctas. Aunque criticamos al Gobierno por meter a todos en la misma bolsa. Así se facilita la acción de la derecha.

–¿Entonces por qué fueron a la Plaza?

–Porque el Gobierno en un segundo discurso reconoció la diferencia, otorgó el reclamo. Es coherente participar en un acto, bajar los prejuicios políticos e ir con una consigna clara.

–Estamos más acostumbrados a verlo en la cabecera de las marchas del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, que nuclea a los organismos sociales, políticos y de derechos humanos más críticos del Gobierno.

–Nosotros tenemos una política muy fuerte de derechos humanos pero este no es el mismo gobierno que puso la obediencia debida y el punto final. Estamos por una política de alternativización con proyecto, no una política de oposición por insulto. Pero nos gustaría una forma más enérgica de avanzar contra la impunidad, y decimos que la desaparición de López es peligrosa, y que hubo inacción en un primer momento por parte del Gobierno. Venimos trabajando en Memoria, Verdad y Justicia desde hace muchísimos años, pero al mismo tiempo valoramos a las Madres, a las Abuelas, a la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, o a la Comisión de Derechos Humanos de la CTA. Hay espacio en Argentina para una fuerza de izquierda amplia y profunda, porque los problemas son graves y el que no se moja no cruza el río.

–En su partido hubo algunos en desacuerdo con la adhesión. ¿Qué les dice?

–Fue una decisión de la comisión política del partido. Valoramos la posición de nuestros aliados humanistas y de los sectores de izquierda que apoyan al Gobierno. Consideramos que nuestra preocupación por los campesinos medios fue tenida en cuenta. En esta situación en que la derecha se montó en un conflicto justo les digo que no es momento de neutralidad. La pelea va a seguir, los campesinos tendrán que diferenciarse de la Sociedad Rural para seguir. El saldo de la Plaza es que se fortaleció la unidad entre esos sectores que tenemos historia de confrontación con la derecha. Y con las retenciones hay que ver bien a quién se le retiene y para qué.

–¿Qué opina de la izquierda que se manifestó en contra?

–Es contradictorio reclamar la reforma agraria y aparecer apoyando a la Sociedad Rural. La derecha dice no a las retenciones y volver al Estado ausente. No quieren compartir, se van a mover las transnacionales, Macri, Carrió y Bergoglio ya lo están haciendo. Y Cecilia Pando no está sola.

–¿Cómo le cayeron las declaraciones de Carlos Kunkel cuestionando al presidente de la Federación Agraria por su militancia comunista y el rol del partido en la dictadura?

–Es lamentable que se pretenda resucitar un enfoque macartista y reaccionario para descalificar a dirigentes y partidos del campo popular. Quizá le moleste que se consolidó nuestra relación con sectores peronistas a la izquierda del Gobierno. Va a encontrar peronistas o radicales cooperando con la dictadura, nunca un comunista. Acepto que haya sido un error de la dirección de aquel momento pensar en aprovechar las contradicciones internas del gobierno militar, pero el PC por algo tuvo sus presos, sus torturados y sus desaparecidos.


La Prensa - Nota - Política - Pag. 2
La Presidenta inaugurará una plaza en el sudoeste de la capital francesa
Homenajearán a las Madres y Abuelas


La presidenta Cristina Fernández de Kirchner asistirá mañana en París al acto de inauguración de una plaza en homenaje a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, en compañía de las titulares de las dos organizaciones de derechos humanos.

Marta Vásquez y Estela de Carlotto participarán del acto encabezado por la presidenta Fernández de Kirchner y el alcalde socialista Bertrand Delanoe, en el que quedará inaugurado el Jardín de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo a orillas del río Sena.
El lugar para homenajear la lucha de Abuelas y Madres, emplazado en el sudoeste de la capital francesa, fue propuesto por el Observatorio La Argentina Contemporánea, presidido por Diana Quattrocchi Woisson, una argentina exiliada en Francia en los años de la dictadura.
La presencia de un espacio público que lleva el nombre de Madres y Abuelas representa para Vásquez "un gesto valiosísimo", porque "recuerda la tragedia que hemos vivido".
"Me imagino el valor que tendrá después de muchos años que alguien pase y se pregunte quiénes fuimos", sostuvo y destacó que "todo contribuye para que algún día tengamos verdad y justicia".
Por la tarde, las dirigentes de derechos humanos rendirán homenaje con una ofrenda floral a las monjas francesas Léonie Duquet y Alice Domon, en el distrito 13 de París, en la calle que lleva el nombre de las dos misioneras desaparecidas durante la última dictadura militar en la Argentina.
Por su parte, Estela de Carlotto, calificó de "delincuentes" al militar retirado Enrique Berthier y a la pareja que fueron condenados el viernes último por apropiarse de una menor hija de desaparecidos durante la última dictadura y remarcó que "no" la conforma "en absoluto" la decisión judicial. El juicio tuvo la particularidad de que la propia víctima fue la querellante


Diario Popular - Nota - Política - Pag. 2
Polino dice que hay inflación psicológica


El referente de Consumidores Libres, Héctor Polino, aseguró que los aumentos que registran algunos productos luego del paro agrario de la semana pasada, encuadra en la “inflación psicológica” que existe en la Argentina derivada “de la tendencia de algunos de remarcar” precios hacia arriba.
Polino basó su definició en que “sea por la causa que sea, hay productos que después de una determinada situación, se trate de un paro, un lock out, inundaciones o desabastecimiento, quedan con un plus de aumento que luego se mantiene”.
Para el legislador socialista mandato cumplido el inconveniente “se registra en algún lugar de la cadena de comercialización” y asoció esas dificultades a “actitudes especulativas” que llevan por ejemplo a ciertos cortes de carne a estar “un 100 por ciento arriba” de los precios acordados.
De ese modo Polino puso como ejemplo que la falda debe costar 4,29 pero vale 9 pesos, es decir un 100 por ciento más; la paleta, debe estar a 9,72 pero se la vende entre 14 y 19 pesos (70 y 100 por ciento), y el ross beef, de 8,95 salta a 18 pesos (100 por ciento).


Clarín - Nota - Zona - Pag. 35
Cuando la historia parece repetirse
Aquella gran huelga de chacareros
CONDICIONES INJUSTAS DE ARRIENDO Y TRABAJO DE LAS TIERRAS ORIGINARON EL GRITO DE ALCORTA EN 1912, EN SANTA FE, LOS AGRICULTORES SE ORGANIZARON GREMIALMENTE Y PELEARON POR SUS DERECHOS


Felipe Pigna Historiador
fpigna@clarin.com

La Argentina era, para fines del siglo XIX, la tierra de la gran promesa. Hacia aquí venían en tercera clase miles y miles de seres humanos. Para cuando la oleada inmigratoria se fue volviendo marea, a partir de 1880, la tierra prometida ya estaba repartida. La llamada "conquista del desierto" había entregado millones de hectáreas a los mismos de siempre en lugar de reservarlas para los inmigrantes como planteaba la Ley Avellaneda.

Muchos, con gran dolor y algo de resignación decidieron quedarse en Buenos Aires a trabajar en lo que pudieran. Otros se arriesgaron a encaminarse con sus familias al campo a intentar cumplir aquel sueño que les había servido de combustible para llegar hasta aquí. La mayoría rumbeó para el norte de la provincia de Buenos Aires, sur de Santa Fe y Córdoba, consolidando la Pampa Gringa que había empezado a tomar forma a partir de las colonias creadas a mediados de la década de 1850.

Cuando bajaron de los vagones polvorientos del Central Argentino comprobaron que su escaso capital no les alcanzaba para comprar ni un palmo de tierra y que los grandes propietarios no vendían una sola hectárea porque habían encontrado el método más cómodo y rentable de valorizar sus tierras: arrendarlas a los innumerables inmigrantes que llegaban desesperados a la zona. Los inquilinos se harían cargo de todo: sembrarían por su cuenta y riesgo, alquilarían a los propietarios los elementos de labranza y las trilladoras, les entregarían los cereales limpios y embolsados –en bolsas que sólo podían comprarles a los dueños del campo– listos para su traslado al puerto y quedaría para los dueños entre el 40 y el 50% de la producción.

La cosa no terminaba ahí. Los arrendatarios, que comenzaron a ser llamados "chacareros", no podían sembrar otro cultivo que los pactados con los dueños y no podían criar ganado caballar ni vacuno si no pagaban una abultada suma en carácter de multa. La mayoría de los chacareros se veían obligados a comprar todos los elementos necesarios para su vida diaria en los almacenes de sus patrones a precios varias veces superiores a los valores de mercado, lo que los llevaba a vivir endeudados de una cosecha a la otra.

La cosecha de 1911 había sido particularmente mala y las deudas se multiplicaron y cuando todo parecía solucionarse en 1912 con una muy buena cosecha, la perversidad del sistema se puso en evidencia: a los labriegos sólo les alcanzó para pagar lo que debían a sus propietarios.

Fue un almacenero de pensamiento socialista, Ángel Bujarrabal, el que comenzó a coincidir con sus clientes en que las injusticias eran demasiadas, qué él no era su enemigo y estaba dispuesto a ayudarlos, y que lo principal era organizarse para cambiar el sistema de arriendos. Así fue como el 25 de junio de 1912 se reunieron en la Sociedad Italiana de Alcorta unos dos mil chacareros de la zona. Allí pudo escucharse la voz de Francisco Bulzani decir: "No hemos podido pagar nuestras deudas y el comercio, salvo algunas honrosas excepciones, nos niega la libreta. Seguimos ilusionados con una buena cosecha y ella ha llegado, pero continuamos en la miseria. Los propietarios se muestran reacios a considerar nuestras demandas." (1).

Y así comenzó la huelga de los chacareros que se extendió del sur de Santa Fe a Córdoba y Buenos Aires.

Pedían la rebaja de los arrendamientos, la libertad de contratación, un mínimo de cuatro años para los contratos, cosas lógicas. A la protesta se sumaron los sacerdotes José y Pascual Netri y el abogado Francisco Netri. La reacción de los estancieros no se hizo esperar y acusaron de agitadores a los huelguistas. En la asamblea de la Sociedad Rural de Rosario, reunida el 13 de julio de 1912 para condenar la huelga y evaluar los pasos a seguir, todos se quedaron asombrados cuando uno de sus socios invitó a los presentes a evaluar las justas razones de los chacareros y a salvar la cosecha acordando con los huelguistas.

Quien así hablaba era Lisandro de la Torre que propondría, poco después, convertir en propietarios a los arrendatarios y a los jornaleros rurales y se pronunciaría por una profunda reforma agraria. Pero no todos pensaban como Lisandro y se lanzó sobre los huelguistas la represión.

El flamante gobierno radical de Santa Fe, que había llegado al poder gracias a la Ley Sáenz Peña, ordenó a una comisión la elaboración de un informe que concluyó que los reclamos de los huelguistas eran absolutamente justos y aconsejaba la fijación por escrito de contratos de arriendos justos y previsibles en los que los gastos de embolsado y acarreo corrieran por cuenta de los propietarios y se liberara a los arrendatarios del pago de garantías de calidad de cultivos. La comisión entendió que el Estado tenía un rol fundamental en facilitar el acceso a la propiedad de la tierra para los agricultores y en otorgarles ventajas impositivas, subsidios para fletes y créditos blandos para elementos de labranza y semillas.

Para fines de julio la huelga comenzó a obtener sus primeros triunfos: en la mayoría de los campos comenzaron a aceptarse las condiciones de los huelguistas y se firmaron nuevos contratos de arrendamiento.

El 15 de agosto de aquel 1912 los chacareros se reunieron en la Sociedad Italiana Giuseppe Verdi de Rosario dando nacimiento a la Federación Agraria Argentina bajo la presidencia del dirigente socialista Francisco Noguera y la asesoría letrada de Francisco Netri.

El triunfo parcial de la huelga y la conformación de la primera entidad gremial del campo que reunía a los pequeños y medianos propietarios fue un trago amargo para aquellos que estaban acostumbrados a que el campo fuera su territorio exclusivo.

Netri fue perseguido por todos los medios al pasar a ocupar la presidencia de la FAA. Se lo acusó falsamente de agraviar los símbolos patrios, mientras los que nunca tuvieron problemas en agraviar uno de los símbolos de la democracia, la Constitución Nacional, que garantiza los derechos de los ciudadanos, lo detuvieron y enjuiciaron en abril de 1913.

La falsedad de la acusación era tal que hasta la "justicia" de entonces debió absolverlo de culpa y cargo en junio de aquel año. La persecución fue tomando otros caracteres hasta que el 5 de octubre de 1916, Netri fue asesinado por el matón a sueldo Carlos Ocampo. Como diría años más tarde Lisandro de la Torre frente al cuerpo de su amigo, el senador electo Enzo Bordabehere, asesinado por investigar el negociado de las carnes: "conocemos el nombre del matador, nos falta conocer el nombre de los asesinos".

En los bolsillos del saco de Netri se encontró un papel, probablemente el borrador de un discurso que nunca llegó a pronunciar: "Unámonos para excluir de las poblaciones de este país del inquilinaje y el proletariado, estas dos especies de esclavitud que son la lepra de las viejas sociedades, y que darían a las nuevas un aspecto enfermizo de ancianidad en medio de los esplendores de la naturaleza que nos rodea" (2).

(1) y (2). Plácido Grela El grito de Alcorta, Buenos Aires, CEAL, 1985.