sábado, 21 de junio de 2008

21 de junio de 2008

El Día - La Plata - Nota - Provincias
Reunión abierta para discutir el tema del campo


Este lunes a las 19, en la Casa del Pueblo, en 49 entre 9 y 10, la Junta Ejecutiva del Partido Socialista de La Plata decidió realizar una asamblea abierta destinada a afiliados y a la ciudadanía en general, con el objetivo, según se indicó, de “discutir el Proyecto de Ley presentado al Congreso por el Poder Ejecutivo Nacional, referido a la cuestión deliberadamente simplificada como conflicto entre el campo y el gobierno por las retenciones“.

Desde el PS se señaló que “este conflicto ha ido evolucionando de forma tal que ya nadie puede desentenderse, sea porque le toca directamente o porque empieza a sentir sus efectos (desabastecimiento, aumento de precios)por lo que el Partido Socialista de La Plata convoca a esta asamblea abierta para que el diputado socialista Ariel Basteiro escuche y canalice desde su banca las expectativas del pueblo“.


Perfil - Nota - Política - Pag. 8
OCHO DIPUTADOS CON PERFIL
Oficialistas, opositores y un adelanto del debate que viene
Ante una semana clave en el Congreso Nacional, PERFIL reunió a ocho diputados, dos de ellos aliados al kirchnerismo, para adelantar pistas de cómo será el debate por las retenciones en el recinto. Son Adrián Pérez, Federico Pinedo, Francisco De Narváez, Sandra Rioboó, Claudio Lozano, Ricardo Cuccovillo, Ariel Basteiro y Victoria Donda.


GABRIEL ZIBLAT/SEBASTIAN IÑURRIETA

Desde que la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner decidió mandar al Congreso un proyecto para ratificar la aplicación de las retenciones móviles, en los pasillos y despachos del Parlamento hay un solo tema de conversación.
La semana que viene, las comisiones de Agricultura y Presupuesto comenzarán a tratar el tema en cuestión y, como anticipo, PERFIL juntó a ocho diputados, dos de ellos aliados al oficialismo, para dilucidar lo que será un debate clave para solucionar un conflicto que ya lleva 102 días.
Del encuentro entre Adrián Pérez (Coalición Cívica), Federico Pinedo (PRO), Francisco De Narváez (Unión Celeste y Blanco), Sandra Rioboó (Unión Cívica Radical), Claudio Lozano (Proyecto Sur), Ricardo Cuccovillo (Partido Socialista), Ariel Basteiro y Victoria Donda (Encuentro Popular y Social) queda claro que el debate que se viene, en las comisiones y en el recinto, será extenso y trabado. La única coincidencia es la necesidad de pacificar el país y destrabar el conflicto. En las formas, aparecen las diferencias.

Siete de los ocho votos ya están prácticamente decididos. El único que deja una puerta abierta al cambio es Lozano.
“En tanto existan posibilidades de modificar el proyecto, voy a acompañarlo. Yo creo en las necesidad de expropiar rentas extraordinarias y sobretodo cuando se trata de la explotación de recursos naturales”, dijo.
No tan lejano a Lozano, Cuccovillo afirmó que su partido resolvió “no apoyar la resolución en la forma que viene, y si acá no se abre la discusión al debate, en principio vamos a votar en contra”.
Basteiro y Donda tienen bien en claro su alianza con el kirchnerismo.
“Voy a votar que sí, y espero que haya debate y proyectos complementarios”, reconoció el socialista K. La militante de HIJOS no dudó: “Votaría el proyecto que envió el Ejecutivo, pero me parece favorable que se abra el debate para atender a los sectores que sufrieron el lock out, como los campesinos”.
Pérez, titular del bloque de la Coalición Cívica fue uno de los más duros. “El motor de este conflicto fue una resolución que puso niveles de alícuota disparatados.
Si el Gobierno insiste en medidas meramente ratificatorias estaremos más cerca de la prolongación que de la resolución del conflicto”, disparó.
“Desde el radicalismo vamos a rechazar el proyecto así como está”, anticipó la diputada bonaerense Rioboó. “La alternativa es una construcción mayoritaria”, propuso. Desde las filas del macrismo mantuvieron el mismo sentido. “No queremos que se vote en contra del proyecto del Gobierno, pero si que se encuentre una alternativa que lo supere”, explicó Pinedo. De Narváez acotó: “Si el oficialismo busca forzar su proyecto, vamos a ir por el no, pero antes de llegar a esa instancia queremos provocar el consenso”.

“Todos nos convertimos en estos cien días en expertos en el tema campo, y no es así”, se sinceró delante de todos Cuccovillo. Algunos asintieron convencidos; otros no quisieron hacerse cargo. “Las retenciones no son ni buenas ni malas, tienen que ser discriminadas en función de la posibilidad de cada uno”, se explayó luego.
La respuesta vino de parte de Basteiro. “El Gobierno atendió esa demanda con los reintegros, que tal vez no se pueden materializar porque el sector está muy informalizado”, afirmó.
Pérez pareció no coincidir: “El Gobierno no tiene que abrir sólo la discusión sino también la cabeza. En 100 días sostuvo algunos argumentos sobre la resolución 125 que la sociedad no creyó: que era para distribuir el ingreso, para bajar los precios, para atacar la renta extraordinaria, para revertir la sojización”.
Los vecinos del Mercosur ingresaron en el debate. “Un ejemplo es Brasil. Ahí no se persiguió a los productores de leche, de carne y de trigo, y hay muchos menos porcentaje de soja que en la Argentina. Acá se persiguió a todos”, describió Pinedo. “Y en Uruguay dicen que el mejor ministro de Agricultura y Ganadería ha sido Néstor Kirchner”, añadió De Narváez y generó las primeras risas de la charla.
Desde los extremos, Pinedo y Lozano coincidieron en que los que más se beneficiaron en este conflicto fueron las principales exportadoras de granos, que lo que están vendiendo ahora lo pagan con una retención menor al 35 por ciento. “También hay una denuncia pública en los medios, de (Raúl) Alfonsín”, se ufanó Rioboó. “Pinedo por ahí no tiene la vocación de gravar rentas extraordinarias, y yo sí”, se despegó Lozano. El macrista ya se había ido.
“El instrumento retención para nosotros es válido y necesario, pero tiene que ser utilizado con racionalidad. La resolución 125 no lo es”, argumentó Pérez. La radical buscó unir posiciones: “Creo que todos hemos coinci- FOTOS: JUAN OBREGON dido sobre lo abusivo de la 125”.
Rápidamente, Lozano se distanció.
“Yo no sé si es así. No es tan abusivo 44 por ciento, hasta habría que ponerla en 100 por ciento”, afirmó. Pero también se diferenció del matrimonio presidencial: “En realidad, acá no hay un gobierno preocupado por sacar las rentas extraordinarias, sino por financiarse”.
Donda, obviamente, salió en defensa. “Las retenciones móviles no fueron un invento de este gobierno, un presidente que las implementó fue Frondizi, incluso algunas voces hoy contrarias, las pedían el año pasado: un ejemplo es la Coalición Cívica, que en su plataforma de campaña preveían retenciones móviles.” Adrián Pérez respondió: “El problema nunca fue la movilidad, sino el importe de la alícuota. Para nosotros no tiene que pasar el 27%, si no ya es confiscatoria”.


“Esto tendría que haber pasado por el Congreso desde el principio. Después de cien días es algo que saca del bolsillo”, sostuvo la diputada Rioboó.
Cuccovillo añadió: “Fue un paso correcto, la historia determinará si fue sincero producto de las circunstancias. Tenemos que aprovechar para revalorizar el papel del Congreso”.
De Narváez reclamó coherencia.
“Hablar de la distribución del ingreso y firmar el tren bala no es coherente. La señora Presidenta dio un paso correcto. Hay que ayudar para que ese primer paso se convierta en un camino.
Se abre una oportunidad, que esta vez nos corresponde a nosotros ser protagonistas”, resumió.
Basteiro, en tanto, también vio con buenos ojos la decisión de la Presidenta. “Fue por la necesidad de pacificar y encontrar una solución. Y para direccionar a una mesa de negociación”, apuntó. Pinedo, por su parte, deslizó un temor de varios: “Si el Congreso se equivoca y mantiene la situación en lugar de cumplir el deber de resolverla, va a tener una repulsa popular muy fuerte”. “Tenemos que cuidar al Congreso y no ser irresponsables pateando la pelota afuera”, agregó.
Y Pérez añadió: “Lo que tenemos que definir es cómo destrabamos el conflicto y qué modelo de país queremos. Nosotros lo pensamos productivo y con distribución del ingreso”.

Mientras las negociaciones van y vienen, los ocho diputados se animaron a adelantar lo que piensan que pasará en el Congreso. “Hay condiciones para poder hacer un debate en serio, y sería una irresponsabilidad no hacerlo”, se entusiasmó Lozano. El socialista siguió el mismo camino: “Hay que pensar en una resolución que beneficie a la totalidad”. Pero agregó: “Me preocupa que la estrategia elegida por el Gobierno es la de la confrontación”. El ‘lilito’ Pérez no quiso arriesgar un resultado.
“Esperamos que haya racionalidad, pero no sé cómo va a salir”, deslizó.
Basteiro se alineó con el bloque oficialista y afirmó: “Si hay propuestas que ayuden a solucionar el conflicto, se introducirán medidas complementarias.
Va a depender del sentido común de lo que se plantee”.
“Celebro las palabras de Basteiro”, exclamó enseguida Pinedo, pero se atajó: “Lo que hay que hacer es adoptar una decisión que saque a la Argentina del conflicto”. Paso seguido, Basteiro aclaró: “Si la mayoría cree que tiene que salir como está o con algunos cambios, va regir su decisión”. El análisis final quedó en manos de Rioboó.
“La ratificación ciega de la ley sería la prolongación del conflicto.
Lamentablemente, para mí sale el proyecto del oficialismo, sin que podamos buscar el consenso”, concluyó.

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¿EL SOCIALISMO OFICIALISTA CON LA DERECHA?
Página 12 - Nota - El País - Pag. 9
Mauricio Macri, interbloque PRO
A sumar contra K


Con la idea de mostrar que no está del todo borrado del conflicto con las entidades rurales, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, volvió a pisar el Congreso, que lo vio tan pocas veces. Sin mucha nostalgia de sus épocas de diputado, Macri reunió a los legisladores propios y a sus aliados y planteó que “es obvio que el proyecto que se envió al Congreso no lo resuelve”. “Hay que resolver este problema que nos está matando. De nada sirve la participación del Congreso si no resuelve el conflicto”, insistió Macri, en una conferencia de prensa junto a su socio Francisco De Narváez, quien planteó que aspira a que haya “un dictamen único de la oposición”.

La competencia por el cartel con la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, lo tiene en desventaja a Macri desde el comienzo del conflicto. Sus asesores lo saben y más de una vez lo llevaron a dejar su perfil de gestión pulcra para opinar sobre la situación. Con la idea de levantar el perfil, Macri se calzó una vez más el traje de dirigente opositor a nivel nacional, fue al Congreso –cuya actividad solía considerar un empleo part-time en sus días como diputado– y estuvo reunido con legisladores de PRO, Recrear y de Unión Celeste y Blanca. Aunque en su plataforma planteaban la eliminación gradual de las retenciones, sus diputados intentan ahora consensuar un proyecto con la mayor parte de la oposición y aprovechar las grietas para acordar con un sector del oficialismo.

“El futuro de los argentinos está en peligro”, le agregó dramatismo a la situación el jefe de Gobierno al comienzo de la conferencia de prensa en el Salón José Luis Cabezas. Consideró que a esta altura de los cortes de ruta el país “está en hibernación, en coma”. “No es quién gana o quién pierde. Hay que volver a poner a la Argentina a trabajar”, dijo el ex diputado.

En tanto, De Narváez destacó que buscarán el consenso con la mayor parte de la oposición y que lo ideal sería que “haya un dictamen unificado de la oposición”. “Estamos trabajando con las demás fuerzas políticas en un proyecto único. La resolución 125 ha sido terriblemente equivocada. Todos queremos volver a un país normal”, consideró el empresario. “Hay un doble discurso del Gobierno. Dice que quiere el diálogo y debatir, pero envía un proyecto para que sea tratado a libro cerrado. Es una ofensa a la independencia de los poderes”, lanzó.

De Narváez dejó algunas pistas sobre el diálogo entre los opositores: contó que el anteproyecto que están elaborando “habla de retenciones y establece que solamente el Congreso nacional puede fijar los impuestos a determinarse y que no puede ser potestad del Poder Ejecutivo”.

Por su parte, el jefe del bloque de PRO, Federico Pinedo, pidió una vez más a los productores que “levanten los cortes” y consideró que hace falta “salir definitivamente del juego oficialismo-oposición” en el Congreso. “Nosotros creemos que el proyecto del Poder Ejecutivo se queda corto. No va a sacar a la Argentina del conflicto. Lo que hay es una actitud de la oposición para la búsqueda de acuerdo con sectores del oficialismo”, contó. Traducción: el PRO busca sumar a aquellos sectores díscolos del bloque K para capitalizar una mayor cantidad de votos en contra.

Pinedo explicó que están intentando lograr un “proyecto superador” junto a la Coalición Cívica, la UCR, el Frejuli de los Rodríguez Saá y el socialismo. Consideró que en la propuesta se establecerán retenciones “razonables”, aunque no precisó el porcentaje que le fijarían. “Si no trabajamos para nuestros representados, vamos a tener problemas muy grandes en el Congreso. Vamos a tener una repulsa muy grande de la gente”, advirtió el jefe del bloque de PRO.

“Lo más importante para nosotros es terminar con la crisis y para eso pusimos por encima de nuestros objetivos la posibilidad de llegar a una posición consensuada”, afirmó el diputado de Recrear, Esteban Bullrich, quien volvió a pedirle al Gobierno que derogue la resolución de las retenciones móviles. “La resolución 125 debería estar en suspenso hasta que se defina este tema en el Congreso”, opinó.