lunes, 22 de diciembre de 2008

22 de diciembre de 2008

te El Argentino - Nota - Política - Pag. 3
“La brecha social es una tarea pendiente”
El vicejefe de Gabinete afirmó que la tarea pendiente de la democracia es resolver “la brecha social”.


El secretario de Relaciones Parlamentarias de la Jefatura de Gabinete, Oscar González, dijo que la tarea pendiente de la democracia es resolver “la brecha social”.
Al realizar un balance de los 25 años de democracia en la Argentina, González puntualizó que “si hay una tarea pendiente es la de no haber conseguido reducir la brecha social de la desigualdad”.
Por la desigualdad. González observó que “el Gobierno nacional, que es continuidad del iniciado en 2003, está intentando resolver las cuestiones con la desigualdad social”.
“Creo, de todos modos, que el balance del período, la estabilidad política, la recuperación en torno del ejercicio de la soberanía popular, siempre debe ser tomado de una manera positiva”, admitió el dirigente socialista.
“En el balance de los 25 años se puede decir que se garantizó la continuidad institucional, se preservó el estado de derecho, se reivindicó la centralidad de la política”.
González reconoció que el camino emprendido por el Gobierno presenta obstáculos, algunos de gran tamaño como la resistencia encontrada por el so¬cialismo en torno a la política agraria.
“Es un camino di¬ficultoso, no sólo por la naturaleza, que es por la redistribución de la riqueza, mecanismo resistido por el sector concentrado de la economía”, explicó.


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La Prensa - Nota - Política - Pag. 3
Lo dijo el secretario de la Jefatura de Gabinete, Oscar González
"Hay que resolver la brecha social"

El secretario de Relaciones Parlamentarias de la jefatura de Gabinete, Oscar González, dijo que la tarea pendiente de la democracia es resolver "la brecha social".
Al realizar un balance de los 25 años de democracia en la Argentina, González puntualizó que "si hay una tarea pendiente es la de no haber conseguido reducir la brecha social de la desigualdad".
El funcionario observó que "el Gobierno nacional, que es continuidad del iniciado en 2003, está. intentando resolver las cuestiones con la desigualdad social".
"Creo, de todos modos, que el balance del período, la estabilidad política, la recuperación en torno del ejercicio de la soberanía popular, siempre debe ser tomado de una manera positiva", admitió el dirigente socialista.
Luego agregó que "reivindicar la democracia de los últimos años es reivindicar el valor de la política como instrumento, como herramienta, para la resolución de los conflictos que agitan ala sociedad
“En el balance de los 25 años se puede decir que se garantizó la continuidad institucional, se preservo el estado de derecho, se reivindicó la centralidad de la política".
González reconoció que el camino emprendido por el Gobierno presenta obstáculos, algunos de gran tamaño como la resistencia encontrada por el oficialismo en torno a la política agraria.



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BAE - Nota - Argentina - Pag. 16
OSCAR GONZÁLEZ
El tema pendiente es la desigualdad social


El secretario de Relaciones Parlamentarias de la Jefatura de Gabinete, Oscar González, dijo que la tarea pendiente de la democracia es resolver “la brecha social” y que el Gobierno, “que es continuidad del iniciado en 2003, está intentando resolver la desigualdad social”, aunque reconoció obstáculos.

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BAE - Nota - Argentina - Pag. 14
Para el oficialismo, que Kirchner sea o no candidato no cambia demasiado las cosas


No se han definido candidaturas, pero el kirchnerismo camina firme hacia su armado para enfrentar las elecciones legislativas en el 2009. La apuesta, además del Partido Justicialista y del propio Kirchner como posible carta electoral, sigue siendo la Concertación Plural, o La Convergencia, como la semana pasada fue rebautizada la coalición de movimientos y adhesiones por fuera del peronismo.
Néstor Kirchner encabezó, el 13 de diciembre pasado, un acto en el Teatro Argentino de La Plata, junto al radical K, el triunfante gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, en el cual relanzaron La Convergencia. Evidencia de la voluntad de un kirchnerismo que quiere seguir siendo amplio y plural, según las palabras del mismo presidente del PJ.
Ante las constantes versiones sobre una posible candidatura de Kirchner para diputado en las elecciones del año que comienza, las preguntas son entonces: ¿cuál sería el panorama con Kirchner encabezando las listas por la provincia o cuál sin él? Y, en ese sentido, ¿qué kirchnerismo va a llegar a octubre? Para Alejandro Battaglia, concejal oficialista del partido de San Martín y armador kirchnerista en el primer distrito electoral bonaerense, que junto al tercero prácticamente deciden la elección en la provincia, el escenario no cambiaría mucho si encabezara Kirchner o la lista la llevara algún otro candidato. Para él, está claro que quien invierte su capital político, en cualquiera de los escenarios posibles, es el ex presidente.
Hay cierto consenso en que el lanzamiento de Néstor Kirchner, si bien garantizaría un contundente triunfo en la provincia, lo desgastaría con miras a las elecciones del 2011. Según esta visión, cualquiera que fuese el candidato el año que viene, va a ser votado, porque la gente sabe que tendría el apoyo K.
Los nombres que suenan son los mismos que ya han rondado las páginas de los diarios: Sergio Massa, Graciela Ocaña, Florencio Randazzo o incluso Alberto Balestrini, que ya tiene su nombre instalado en el armado bonaerense.
Pero aparte de darse un margen de espera para las definiciones durante los primeros meses del año, hasta cuando en abril o mayo se lancen las candidaturas, el ex presidente también concentra sus energías en la nueva Convergencia.
Uno de los hitos que marcó, no solo al gobierno, sino al Frente para la Victoria fue el conflicto de cuatro meses con las entidades patronales rurales. El desgaste que sufrió no sólo la presidenta Cristina Fernández, sino también el mismo presidente del PJ, hizo que las lealtades políticas se decantaran y dibujaran un nuevo escenario para el oficialismo. Aunque fue evidente que el kirchnerismo se refugió en el peronismo clásico, representado por sus referentes en la provincia, como los intendentes Hugo Curto, de Tres de Febrero; Fernando Espinoza, de La Matanza; o Jesús Cariglino, de Malvinas Argentinas, –lo que causó en su momento, una andanada de críticas y disidencias en sus filas–, también fue evidente la semana pasada que la Concertación sigue viva. El voto no positivo del vicepresidente Julio Cesar Cleto Cobos replanteó la famosa transversalidad que dio origen a la Concertación Plural, pero no la aniquiló.
De hecho, en el acto de La Plata, estuvieron los gobernadores Jorge Sapag, que pertenece al Movimiento Popular Neuquino, y los radicales K que siguen firmes, Gerardo Zamora, de Santiago del Estero, y Miguel Saiz, de Río Negro. Y también representantes de otros partidos como Oscar González y el diputado Ariel Basteiro por el socialismo, y por el Partido Demócrata Cristiano, su titular, Carlos Traboulsi.
En un ámbito nacional, fuentes militantes del kirchnerismo plantean una disyuntiva más abierta en cuanto a posibles resultados electorales.
En un año que califican que “va a ser muy divertido”, la incertidumbre pasa por quienes acompañarán la propuesta K hasta octubre.
De acuerdo con ellas, todo depende de mantener o no las lealtades patentes durante el conflicto con las entidades rurales. Si al kirchnerismo se vuelven a acercar a quienes le dieron la espalda a la Presidenta con la resolución 125, como Reutemann, Busti o Solá, el oficialismo perdería apoyo y retrocedería.
Pero si, en cambio, se mantiene, en su carrera por las bancas, con lo que llamaron “el armado de la lealtad” como los intendentes del conurbano, algunos sectores del periodismo, de los sindicatos y los miembros de Carta Abierta por ejemplo, el kirchnerismo va a llegar fuerte y lozano.
La coincidencia, eso sí, en todos los ámbitos del kirchnerismo, es una marcada recuperación del optimismo, que incluso los más acérrimos defensores K habían perdido en los meses de conflicto con las entidades rurales. Con K o sin K, pero con Convergencia, nadie parece dudar del triunfo en el 2009.
EN LA CIUDAD. Para el dirigente del Frente para la Victoria en la Ciudad, Víctor Santa María, para enfrentar el año electoral que se viene se está hablando con varios dirigentes como Jorge Telerman, Daniel Filmus y Carlos Heller, pero aún no hay nada definido. La idea es seguir trabajando en el proyecto progresista con el que también enfrentaron las elecciones anteriores. A la vez, cree que hay que ser críticos con el gobierno macrista y marcar los errores sobre las promesas de campaña incumplidas, pero también acompañar decisiones que se comparten, como el tema de la policía propia.
Ante la evidente distancia que se ha percibido en la relación entre el presidente del PJ con Alberto Fernández, el gremialista dice que el ex jefe de gabinete sigue trabajando en el proyecto y que él mismo se considera un kirchnerista. Lo que pasa, explica, es que ahora en la Ciudad todos "estamos en igualdad de condiciones, no hay como en otras épocas una hegemonía. Ahora todos podemos dar nuestra opinión sobre el camino que hay que tomar y como armar el partido".






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Miradas Al Sur - Nota - Política - Pag. 7 [noticia en diferido]
Bueno pero perfectible
MERECE DESTACARSE EL ROL RELEVANTE DEL CONGRESO,QUE AÚN PUEDE MEJORAR

POR OSCAR GONZÁLEZ
Dirigente Socialista. Secretario de Relaciones Parlamentarias de la Jefatura de Gabinete


Amitad de año, cuando el prolongado conflicto con los rentistas agrarios que rechazaban la Resolución 125 sobre retenciones móviles a la exportación de soja parecía haber llegado a un punto muerto, y la presidenta Cristina Fernández decidió remitir la medida al Congreso de la Nación para su tratamiento, el Poder Legislativo recuperó un rol relevante en la vida institucional del país.
El gesto del Gobierno, si bien colisionó con la grave situación política creada por la inobservancia cívica del vicepresidente no positivo, significó sin embargo un salto de calidad en el proceso de toma de decisiones.
Así, la asonada de los ruralistas del privilegio y sus esfuerzos por instalar un clima destituyente, como lo definieron con precisión los intelectuales del colectivo Carta Abierta, tuvieron el paradójico efecto de que la división de poderes que establece la Constitución se revitalizara.
En el tratamiento del proyecto que incluía las retenciones móviles, la bancada mayoritaria se abrió a una práctica edificante que había caído en relativo desuso: la de negociar con sus aliados más o menos cercanos y aun con opositores por momentos encarnizados, modificaciones al texto enviado por el Poder Ejecutivo. La búsqueda de acuerdos, tanto como la flexibilidad para aceptar reparos, condujo al éxito en Diputados, aunque no fue suficiente, como se sabe, en el Senado.
No obstante aquella frustración, el Gobierno siguió privilegiando el debate parlamentario y en dos casos emblemáticos por lo que implican en cuanto al modelo económico sostenido por el Ejecutivo –la recuperación de Aerolíneas Argentinas y la eliminación de la jubilación privada que sólo beneficiaba a las Afjp– ese procedimiento permitió la construcción de convergencias puntuales expresadas en cómodas mayorías. En otras palabras, un mecanismo genuino y típico de aceitados regímenes políticos a los que la oposición local no se atrevería a exigirles mayor calidad institucional.
La crisis internacional, primero financiera y después económica, que estalló en el corazón del sistema capitalista, y la consiguiente conveniencia de adoptar con rapidez medidas protectoras para la economía nacional no apartaron a la Presidenta de la decisión de someter sus iniciativas al libre debate de las cámaras.Así, aun en la premura, el Ejecutivo no eludió someter el conjunto de iniciativas conocido como paquete anticrisis al itinerario parlamentario, y obtuvo no sólo un apoyo mayoritario en varios de sus componentes, sino incluso algunas unanimidades que parecieran prefigurar cierta madurez del sistema político.
Pero más allá del rumbo en el que persevera el Gobierno nacional, convencido de que el Congreso debe desempeñar en plenitud su condición de ámbito privilegiado para la resolución democrática de los grandes debates, es visible la carencia de una oposición generadora de proyectos alternativos, iniciativas que la democracia no desdeñaría porque de la intersección de opciones diversas surgen muchas veces determinaciones superadoras.
Una oposición que carece de variantes.
Esta falta de variantes quizá se deba a que en la secuencia que va desde la caída de la convertibilidad y el fracaso del Consenso de Washington hasta la debacle del capitalismo global la derecha local perdió buena parte de su bagaje argumental y, salvo los economistas a sueldo de los centros financieros, ya nadie se atreve a defender abiertamente el catálogo de reformas de mercado hegemónico durante los ’90. Un discurso que reivindicara la prescindencia del Estado no ganaría un solo adepto por fuera del establishment.
Devaluado su recetario económico, la derecha se arremolina en torno de otras banderas que agita ocasionalmente, cuando los medios de comunicación–más opositores que críticos– lo consignan en su agenda.
De entre ellas, la más socorrida es la de la inseguridad, apoyada en la pulsión del miedo y que siempre redunda en el facilismo de debatir aisladamente de todo contexto la imputabilidad penal de los menores o temas igualmente inconexos.
Otras veces, mientras descalifica –a veces con palabras agraviantes– a las autoridades mandatadas por la soberanía popular, alguna oposición argumenta la falta de diálogo e inclusive la intolerancia oficial.
Poco parece importar que, en realidad, tales atributos hayan acompañado durante todo el año que termina a las más conspicuas expresiones de la propia derecha, incluso en el discurso parlamentario, repleto de injurias, acusaciones altisonantes y afirmaciones temerarias.
El resultado es paradojal: la impotencia de la oposición para ofrecer alternativas creíbles y su actitud usualmente obstruccionista –ya que, salvo excepciones, no aporta a la síntesis superadora–, debilita al afianzamiento del Congreso como la arena en la que confrontan y se elaboran las mejores normas que delinean el curso de las políticas públicas.
A pesar de ello, parece difícil encontrar otro período en la historia reciente en el que el Parlamento se haya convertido en un protagonista tan importante de la vida nacional como durante el año que concluye.
Aunque para algunos sea modesto, es un dato relevante que merece destacarse y nos compromete a todos a seguir trabajando en el perfeccionamiento de las instituciones de la república democrática.



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21/12/2008
Clarín - Nota - El País - Pag. 13
Sabbatella brindó con 3.000 militantes


El intendente de Morón y líder de Encuentro por la Democracia y la Equidad, Martín Sabbatella juntó tres mil comensales en la cena de fin de año del partido. A la hora del brindis. el jefe comunal, enrolado en el centroizquierda, deseó que en 2009 "nazca una alternativa popular y progresista". Entre otros, levantaron la copa el vicejefe de Gabinete Oscar González y los diputados nacionales Ariel Basteiro y Victoria Donda.


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